Cofradía de la Santísima y Vera Cruz
Existen noticias de la existencia de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca desde hace quinientos años aproximadamente, cuando un grupo de devotos de la Sagrada Reliquia decidieron unirse para promover y difundir el culto y festividades de la Patrona de Caravaca con el máximo esplendor.
Sin duda, ya en el siglo XVI, la Cofradía goza de su propia autonomía. En el s. XVII, consta documentalmente la constitución canónica de esta Cofradía, su dedicación al culto y también su labor caritativa y asistencial, como era entonces natural a todas las Cofradías, lo que llevaba a término con carácter claramente universal, ya que llegaban al Santuario peregrinos procedentes "de todas las partes de la Cristiandad".
Los siglos XIX y XX están marcados por los numerosos esfuerzos destinados a conseguir un mayor reconocimiento oficial del culto a la Vera Cruz y potenciar las peregrinaciones.
La concesión del Año Jubilar in perpetuum ha incrementado el número de peregrinos y las obligaciones de la Cofradía en todo lo relacionado con ellos y con las festividades de la Vera Cruz.
Con el devenir del tiempo, han ido apareciendo diversos colectivos que ejercen su actividad voluntariamente en diversos ámbitos, colaborando así con esta en el cumplimiento de sus fines estatutarios. Actualmente existen varias agrupaciones de voluntarios de carácter permanente: la Compañía de Armaos, los Caballeros del Palio, los cofrades dedicados a la organización de las procesiones y el grupo de Voluntarios de los
años jubilares.
